Las mujeres necesitan más apoyo psicológico para dejar de fumar
Las mujeres fuman con menos caladas y menos profundas que los hombres, una diferencia que, más allá de las formas, se traduce en que ellas tengan niveles inferiores de monóxido de carbono (CO).
Así se desprende del informe de la Unión Europea Help Comets, presentado este jueves en Madrid, que refleja que las mujeres fumadoras europeas tienen una media de 15 partículas de CO por millón (ppmm), mientras en los hombres fumadores esa cifra asciende a 17,8 ppmm.
En las españolas los datos son similares, con 15,7 partículas de CO por millón en las mujeres fumadoras y 17,6 en los hombres fumadores.
Una de las consecuencias de este informe es que se puede concluir que las mujeres fuman más por un motivo de «recompensa positiva» (disfrutar, por ejemplo, después de una comida copiosa) que por una «recompensa negativa» (para aliviar el síndrome de abstinencia), según el doctor Carlos Jiménez Ruiz, uno de los presentadores del estudio.
Estas diferencias podría tener implicaciones en los tratamientos, ya que para las mujeres sería más difícil dejar de fumar únicamente por medios farmacológicos y necesitarían más apoyo psicológico, al no tratarse simplemente de reducir la ansiedad por dependencia al tabaco.
Jiménez Ruiz, quien sugirió que se podría deducir que para las mujeres sería más difícil dejar de fumar únicamente por medios farmacológicos y necesitarían más apoyo psicológico al no tratarse simplemente de reducir la ansiedad por dependencia al tabaco.
La mayor fuente de contaminación
En cuanto a los no fumadores, la media europea es de 3,5 partículas de CO por millón para ellos, frente a 16,4 en los que sí fuman. En España los no fumadores presentaron 3,4 partículas de CO por millón, y los fumadores, 16,7. Además, un fumador pasivo puede llegar a tener los mismos niveles de CO que un fumador activo en determinados ambientes como una discoteca.
Por último, el coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Juan Riesco, ha incidido en que la mayor fuente de contaminación por monóxido de carbono en la UE por encima del tráfico o la polución industrial es el humo del tabaco, que acaba con 650.000 vidas al año.