Fumar en tiempos de crisis
Fuente: Informativos telecinco.com
Las penurias económicas que viven muchos de los ciudadanos españoles han obrado milagros en los indecisos. Además, algunos de los aún obstinados (o adictos, según prefiera) se han visto obligados a modificar sus hábitos de consumo. La diferencia de precio entre las cajetillas y el tabaco de liar permitió a la picadura hacerse un hueco en el mercado español. Además, los cigarrillos estaban gravados con un impuesto para ahuyentar a los adolescentes, una carga fiscal que en el caso de la picadura de tabaco era mínima. Y los consumidores obraron en consecuencia: si hasta 2008 su presencia era testimonial, en primavera el consumo de esta variedad de tabaco crecía un 60% con respecto al año pasado, según los datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos (CMT). Estudiantes, parados e incluso algún jubilado se pasaron al tabaco de liar
Parece mentira, pero siempre vamos a remolque de las situaciones.
Que mucha gente se iba a pasar al tabaco de liar era algo normal, en tiempos de crisis y cuando suben los precios.
Que la gente se pasará al tabaco de mascar, cuando la Ley prohiba echar humo, es otro punto.
Y que hay que legislar sobre el cigarrillo electrónico es también algo evidente.
¡Qué País!